Qué ventajas ofrece la banca
electrónica a las empresas
Las ventajas que la banca por Internet proporciona
a las empresas son inmensas. Ya no es necesaria la dedicación de una persona a
tiempo completo para realizar las labores bancarias. El propio empresario, con
unas horas a la semana - ya sea desde casa o desde la propia empresa- puede
llevar a cabo todas esas gestiones, y sin conocimiento alguno de informática,
pues estos sistemas están diseñados en función a la intuición del usuario, por
lo que la familiaridad con ellos se consigue en poco tiempo. Según un
responsable del Grupo Popular, las ventajas son más que obvias: "La
primera es que le evita desplazamientos para hacer sus operaciones más habituales.
La segunda y no menos importante es que dispone de una gestión más puntual de
su tesorería y a cualquier hora independientemente de donde se encuentre; para
empresas y particulares es un ahorro de personal y de tiempo importante".
La operativa disponible depende, obviamente, de la
propia página del banco. Desgraciadamente, todavía hoy, no todos los bancos
permiten hacer operaciones a través de Internet, y en muchos en donde sí existe
esa posibilidad no hay, sin embargo, transaccionales diferenciados para
particulares y para empresas. Así, nos encontramos con algunas webs en donde
están habilitadas todas las gestiones que una empresa necesita en su quehacer
bancario, junto a otras menos completas y pensadas únicamente para los
particulares, y por último las que no ofrecen ningún tipo de interactividad.
Algo que, simplemente, es cuestión de tiempo.
Con estas salvedades, las posibilidades que ofrecen
los transaccionales por Internet más avanzados van desde la consulta de
cuentas, realización de transferencias, inversión en fondos, depósitos, etc.,
compra-venta de acciones en tiempo real o consultas on-line del mercado
continuo; hasta otras más estrictamente empresariales, como el pago de
impuestos, domiciliación de efectos, pago a proveedores y a empleados, anticipo
de facturas, solicitud de duplicados de información fiscal, consulta de
informes comerciales y económicos, búsqueda de subvenciones, y una larga lista
de informaciones que pueden obtenerse en el vasto universo de Internet, con un
simple movimiento de ratón.
El número de empresas que en España empiezan a
utilizar estos sistemas va aumentando progresivamente. Bankinter, por ejemplo,
una de las entidades pioneras en la creación de un sistema de banca por
Internet dedicado específicamente a este sector de clientes, tiene dadas de
alta algo más de 2.500 empresas desde que en marzo de 1998 habilitaron el
servicio para este segmento de usuarios, cifra que se extiende hasta los 50.000
en el ámbito de los particulares.
Una de las novedades de la banca
electrónica es el sistema de pago telemático de impuestos
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Una de las novedades más interesantes que algunos
bancos han empezado ya a poner en marcha a través de Internet, es el sistema de
pago telemático de impuestos. Algo que ya es posible en algunas entidades
-aunque todavía únicamente para las grandes empresas- y que a partir de enero
de 1999 será obligatorio para todas aquellas con una facturación anual superior
a los 1.000 millones de pesetas.
El sistema es muy sencillo y puede hacerse
íntegramente por Internet para los clientes de aquellas entidades que ya lo
tienen habilitado. Sólo se requiere elegir el modelo de impuesto, rellenar los
datos de la empresa, seleccionar la cuenta donde realizar el cargo o el adeudo
correspondiente, imprimir el recibo, obtener el NRC (Número de Referencia
Completo), que actúa como justificante, y consignarlo después en el apartado
correspondiente de la página de la Agencia Tributaria, como prueba de que hemos
cumplido con nuestra obligación fiscal.
En cuanto al acceso a Internet propiamente dicho,
hoy día son muchas las entidades bancarias que ofrecen ese servicio para sus
clientes, ya sea de forma gratuita o con unos mínimos requisitos de utilización
bancaria. Es el caso de Bankinter, Santander, Open Bank, Argentaria, etc. Todos
ellos, además, ofrecen la posibilidad de obtener cuentas de correo electrónico
para los empleados de una determinada empresa, con las ventajas que ello supone
en cuanto a agilidad en la comunicación (ya sea dentro de la propia compañía o
con clientes y proveedores externos) y ahorro de costes, al sustituir en alguna
medida a otros sistemas más costosos como el teléfono o el fax.
Otro tipo de aplicaciones posibles a través de
Internet, y con los mismos reducidos costes de llamada local, son ya una realidad
en este ámbito. Es el caso del chat (conversación en tiempo real) o la
videoconferencia. Ambas fácilmente utilizables con sencillos programas y pocas
exigencias de material (apenas un micrófono y una web-cam), pero de gran
utilidad para la empresa, al superar y ampliar cualitativamente las capacidades
comunicativas del e-mail.
Servicios comerciales para la empresa
Otra de las posibilidades que la banca pone a
disposición de sus clientes-empresas a través de Internet es la del comercio
electrónico, sobre todo para aquellas que tienen una específica dedicación a la
venta de productos y/o servicios. Y lo hace en una doble vía: tanto en lo
referente a la creación de centros comerciales virtuales en donde albergar el
site de la compañía, como en la implementación de las correspondientes
pasarelas de pago, con las que realizar de forma segura tanto la solicitud del
producto por el consumidor como el abono de la factura. Realidades como
"Escaparate" de Banesto, "De Compras BBV", "Superplaza
Santander", o "Club Km0" de Bankinter, son ejemplo de mercados
virtuales de entidades bancarias. Por el momento, no existe una uniformidad a
la hora de realizar el pago de los productos en cada una de las tiendas y de
los centros comerciales, yendo desde la transferencia de la cuenta del cliente
a la del proveedor, al pago con tarjeta de crédito, o incluso el
contrareembolso.
En este sentido, el reciente nacimiento de la A.C.E
(Agencia de Certificación Electrónica) y la definitiva implantación del
estándar internacional de seguridad para las transacciones on line SET (Secure
Electronic Transactions), basado en encriptaciones de clave pública y privada,
podrá significar en un breve plazo la uniformidad de todos los sistemas de
pago, así como la seguridad y facilidad de uso para todas las partes implicadas
en este tipo de transacciones. El resultado será, sin duda, el definitivo
despegue del comercio electrónico. Según Rodolfo Carpintier, presidente de
CommerceNet Español: "A finales del año próximo veremos un aceleramiento
de las ventas por Internet en España. De hecho, en nuestro país hemos pasado de
unos 800 millones en 1997 a aproximadamente 3.000 en 1998. Entiendo que la
progresión en 1999 va a ser todavía mayor y que las ventas serán de más de
9.000 millones. Sin embargo, España está descolgada del resto de Europa, y
sobre todo de EE.UU., en porcentaje de usuarios en Internet que compran y en
empresas en Internet que se dedican de alguna forma al Comercio
Electrónico." Asimismo, y según datos de VISA, actualmente apenas un 1% de
los usuarios de Internet compran o venden a través de la Red, mientras que para
el 2002 se espera que ese porcentaje se amplíe hasta el 33%.
Sin embargo, las ventajas que la empresa puede
obtener con el comercio electrónico son inmensas. Según Carpintier: "Esto
supone convertirse de un día para otro en una multinacional, capaz de hacer
negocios en 200 países del mundo. Aunque ésto sucede raras veces, debido a una
falta de comprensión del entorno y poca motivación interna. Quieren hacer
demasiado sin entender lo que necesitan en logística de soporte y gestión, y si
por casualidad tienen éxito, no tienen forma de hacerle frente con las
inversiones necesarias y los recursos humanos imprescindibles. Por todo ello,
-continúa el presidente de CommerceNet Español- las empresas españolas apenas
superan el primer paso: una presencia testimonial en Internet sin oferta
especial para el cliente en Internet..."
Con estas perspectivas, y como algunos ya han
adelantado, casi todas las gestiones de una empresa serán en breve habituales -
cuando no obligatorias- a través de Internet, e incluso aquella empresa que no
esté presente en este universo, sencillamente no existirá. Empezar a situarse y
utilizar todos los sistemas tratados anteriormente es, sin duda, la mejor
manera de no perder este tren virtual.
Del Home Banking a la gestión via
Internet
El surgimiento de los servicios de banca a
distancia, personalizados en sus primeros inicios en la banca telefónica,
cambió radicalmente el tipo de contacto entre cliente y banco, tradicionalmente
basado en la inevitable presencia física del cliente en la sucursal. En el caso
de las empresas, por ejemplo, el tiempo o el dinero dedicado a este tipo de
gestiones se reduce considerablemente, gracias a la aparición de este tipo de
sistemas, con lo que ello supone en cuestiones de ahorro.
En esa misma línea, los servicios de banca
electrónica a distancia dan un paso más, acercando de tal manera el banco al
cliente, que pronto se empezó a hablar de Home Banking o Banca en Casa. Los
primeros servicios que la banca empezó a implementar en estos entornos
electrónicos estuvieron basados en el ámbito windows. Básicamente, es necesaria
la instalación de un software en un PC de la empresa, mediante el cual -y con
un coste determinado- se permite al usuario conectar con el ordenador central
del banco en tiempo real, y realizar de forma rápida consultas y operaciones
con sus cuentas. El avance que, con respecto a las anteriores mejoras, suponía
este canal era incalculable: una sucursal bancaria instalada en una habitación
de la empresa-cliente, abierta las 24 horas del día, y en donde el responsable
designado podía realizar casi todas las operaciones necesarias con absoluta
seguridad.
En la actualidad,
casi todas las grandes entidades ofrecen la posibilidad de conectarse a los
servicios del banco a través de Internet
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Pasadas escenas que -en la actividad diaria de una
empresa- nos mostraban al responsable administrativo en un ir y venir a la
sucursal, a la gestoría, o a la administración de Hacienda para cualquier
mínima gestión, habían pasado ya a la historia.
Como superación de lo anterior, el nacimiento y la
extensión en el uso de Internet como red de redes, pronto fue visto por la
banca como un lugar ideal en donde dar a conocer sus productos, y un perfecto
canal por donde realizar las correspondientes transacciones. En la actualidad,
casi todas las grandes entidades ofrecen la posibilidad de conectarse a los
servicios del banco a través de este canal. Algo que, normalmente, se sigue
ofreciendo junto a los servicios de banca electrónica en entorno windows (más
utilizados por las empresas), pero que en breve se vaticina que lo sustituyan,
dada su mayor operatividad y facilidad de uso.
Las ventajas primordiales que la banca por Internet
tiene con respecto a la otra versión telemática son básicamente dos: la gratuidad
de sus servicios (aunque no siempre) y, sobre todo, su ubicuidad. Con la banca
electrónica, el usuario está obligado a realizar sus transacciones desde aquel
puesto en donde se ha instalado el software del que antes hablábamos, un
servicio para cuya instalación son necesarios algunos conocimientos
informáticos o bien la presencia de un técnico, y que suele llevar aparejada
una determinada cuota periódica. El adelanto que supone la banca por Internet
se sitúa -amén de otras mejoras- en que ambos requisitos dejan de estar
presentes. A partir de ahora, el cliente sólo necesita un ordenador -cualquiera
que sea- con una conexión a la Red (módem, navegador y teléfono). Y en breve ni
eso.
Nuevos sistemas como el de la WebTV -ya habilitados
perfectamente para la navegación aunque todavía en pruebas para las
transacciones económicas, y cuyos ejemplos más novedosos los podemos encontrar
en BBV y Argentaria- permitirán en un futuro muy cercano la conexión a las
cuentas bancarias y la operación con ellas con idéntica seguridad.
Resumiendo, hoy por hoy, a través de Internet, un
usuario puede conectarse a sus cuentas desde cualquier parte del mundo, y con
cualquier PC. Para ello sólo es necesario acudir a la página del banco y entrar
en su transaccional, utilizando la contraseña y el password secretos que tiene
como cliente y que le identifican como tal. Y todo ello -gracias a los sistemas
de encriptación sobre los datos que viajan por la Red- con total seguridad.
Precisamente la seguridad en la Red y sus transacciones es una de las
cuestiones que más preocupan a los usuarios.
Según Julio Font, responsable de banca por Internet
en el Grupo Popular, dicha preocupación irá pasando "a medida que su
utilización se introduzca en el mercado. Como ejemplo conocido -añade- pongamos
a la persona que es usuaria de tarjetas de débito y crédito. En sus inicios
creaba inseguridad disponer dinero en los cajeros, posteriormente la necesidad
creada ha conseguido olvidarse de ella".
WEBGRAFIA:
BANCA
ELECTRÓNICA | febrero 1999